La primera la luz creada por la especie humana fue la llama del fuego que había descubierto y con la cual iluminó su presencia en el universo y la llevó a sus cavernas, en la Prehistoria por ello te mostramos como el Diseño e iluminación y el Arte de Hacer Luz en la Imagen ha tenido una gran evolución.
Se estima que el homus erectus habría empezado a usar la llama del fuego hace 500 mil años. Esa iluminación le acompañó en su caverna mientras realizaba los dibujos de los animales que cazaría, cuando se refugiaba de la lluvia o la nieve, envolvía los palos que usaba como teas con materiales flamables, vertía grasa de animales en conchas o cuencos y la convertía en fuego.
Una vez que el hombre se volvió sedentario y empezó a construir sus casas fue perfeccionando la iluminación del que sería su hogar. Hace alrededor de 5 mil años se inventaron los primeros candiles. A medida que se iban forjando las culturas y las relaciones humanas se volvían más complejas por el entramado social que emergía, el hombre empezó a construir los recintos del poder espiritual y terrenal: los templos y los palacios. La iluminación de éstos era decisiva para resaltar su esplendor.
Así, en 500 mil años de historia, el ser humano usó básicamente para dos funciones de su vida cotidiana el fuego que había descubierto: la iluminación y la cocción de sus alimentos. La luz ha sido parte intrínseca de la vida del hombre desde que por primera vez alumbró su cueva. El otro uso que el hombre le ha dado al fuego es el bélico.
En el curso del tiempo, el hombre perfeccionó la iluminación que le proporcionaba el fuego, en 1780 inventó la lámpara de queroseno. Para los primeros años del siglo XIX ya se usaba de manera regular el gas en lámparas que podían iluminar amplias áreas. Conforme se generalizó la iluminación de los espacios públicos de las ciudades, con candiles, lámparas de queroseno o de gas, éstas cobraron una inusitada algarabía, surgió la vida nocturna en teatros, galerías, bares, carpas, comercios, etcétera.
Philippe de Louthenbourg (Estrasburgo, Francia, 1740) artista inglés de origen francés, pintor y escenógrafo, ideó en Londres, en la primera década del siglo XIX, el eidophusikon, un escenario de 2mx3mx1m con una tela de fondo pintada. Sobre el escenario no había actores, el espectáculo se basaba en la manipulación de la luz artificial proyectada sobre el foro, era un espectáculo basado en la luz, el sonido y el movimiento. (1)
En 1879, en Estados Unidos, Thomas Edison y Joseph Wilson Swan patentaron la lámpara incandescente o bombilla de luz, que consiste en hacer pasar corriente eléctrica por un filamento delgado de tungsteno que al calentarse irradia luz. Este invento revolucionaría el desarrollo ulterior de la humanidad.
Nicola Tesla presentó, en 1893, su invento para la creación de iluminación mediante la corriente eléctrica de alta frecuencia e inalámbrica, para lo que produjo demostraciones públicas del encendido de un tubo de Geissler sin hilos.
En 1901, Peter Cooper Weitt dio a conocer su invento de la lámpara de vapor de mercurio, que se convertiría en la bombilla de mercurio y que lograría un gran impacto. Georges Claude mostró en en Salón del Automóvil de París, en 1910, la lámpara de gas neón. Edmund Germer patentó en 1926 la lámpara fluorescente.
A fines de la década de los treinta del siglo XX, fueron comercializadas a gran escala las lámparas fluorescentes, su uso se popularizó y significó un desarrollo importante en la iluminación artificial; hacia 1944 se instalaron las primeras lámparas fluorescentes en el alumbrado público en diversas ciudades.
El uso generalizado de estas lámparas incidió en forma notable en el surgimiento del diseño de iluminación, que la utilizó para alumbrar salas de conciertos, museos, teatros, galerías, salones de exhibición, salones de fiestas, restaurantes, cafés, etcétera.
Desde el surgimiento de la luz artificial, los diversos ámbitos susceptibles de aprovechar este fenómeno físico la adoptaron para conseguir mejores resultados en sus proyectos destinados al público. En el teatro, la música, la danza, las artes visuales, y todo tipo de espectáculos, el diseño en la iluminación también entró en escena al intervenir y lograr el mejor aprovechamiento posible.
La creación de la luz artificial revolucionó la vida de los seres humanos al brindar mejores condiciones para aprovechar más tiempo en el trabajo productivo, actividades como la lectura, el estudio, la investigación, el esparcimiento o el ocio.
Con el surgimiento y el progresivo desarrollo de la iluminación emergió el diseño de iluminación, necesario para la mejor obtención de resultados, y fue ocupando cada vez un papel más protagónico incluso en la intervención de la arquitectura exterior e interior.
El diseño en la iluminación contribuye a lograr el mejor uso de la arquitectura al contribuir a la generación de climas y estados de ánimo, y emplea tanto la luz natural como la artificial en ese objetivo; produce sensaciones y emociones de comodidad, confort, seguridad, habitabilidad.
El diseñador de iluminación es el intermediario que interpretará un espacio para encontrar la mejor forma en la que se pueda convertir en un sitio habitable y acogedor mediante el uso de la luz. Al tiempo que crea otros elementos como muebles y artículos de decoración que lo hagan más práctico y funcional.
El diseño de iluminación considera la arquitectura interior del inmueble para hacer resaltar sus valores estéticos mediante la luz, iluminar los espacios abiertos como patios y traspatios, por ejemplo, en museos o construcciones antiguas y en el exterior convertir la iluminación en un elogio del mérito arquitectónico.
Diversos factores históricos confluyen en el desarrollo del mercado, clave para funcionamiento de la economía moderna: se condensa toda la experiencia humana, desde el inicio del truque y luego del comercio en la época romana, el surgimiento del feudalismo, la sociedad burguesa y el capitalismo, la Revolución Industrial, la invención de la luz eléctrica, hasta llegar a las primeras décadas del siglo XX, cuando surgen los escaparates comerciales.
Conforme avanzan los conceptos de la comercialización se desarrollan simultáneamente los elementos de los que se servirá, uno de ellos es la iluminación. El diseño de iluminación se vuelve un factor protagónico en la presentación de los escaparates comerciales que van dirigidos a estimular las emociones y los anhelos subjetivos. Diseños de iluminación cada vez más atractivos, vistosos y estimulantes subliman las aspiraciones de los compradores.
El diseño de iluminación asimiló otro inventó que revolucionó la historia de la comunicación gráfica. En 1947, Denis Gabor (Budapest, Hungría, 5 de junio, 1900 – Londres, Reimo Unido, 9 de febrero, 1979) inventó la holografía, hallazgo por el que recibió el Premio Nobel de Física. La holografía consiste en la proyección de imágenes tridimensionales por medio de la luz. Así, lo holografía pasó a ser una innovación dentro del diseño de iluminación que conmocionó al mundo en la segunda mitad del siglo XX.
La iluminación a gran escala alcanzó un nivel no visto hasta entonces cuando en la década de los noventa del siglo XX se desarrolló el video mapping, que es la proyección por video de imágenes tridimensionales ya sea fijas o en secuencias, sobre superficies de muros con el propósito de crear efectos artísticos que causan asombro en los espectadores.
El video mapping se realiza desde entonces en encuentros y festivales artísticos, a ritmo de música electrónica sobre los muros de edificios emblemáticos en las principales ciudades de todo el mundo e igualmente se emplea con fines comerciales para impactar en los compradores.
En la década de los sesenta del siglo XX es manifiesta la incidencia de la luz en el campo del arte, desde cómo se ilumina una pieza en una galería, hasta cómo evoluciona y se incorpora de manera cada vez más clara hasta ser parte de la creación artística.
En 1962, mientras trabajaba para General Electric, Nick Holonyak desarrolló el primer diodo emisor de luz de espectro visible LED (Light Emitting Diode), y consideró que en algún momento el LED sustituiría a las bombillas incandescentes. Nick Holonyak es también el creador del láser de punto cuántico. La creación del LED vendría a revolucionar el mundo de la iluminación artificial. En 1995, Shuji Nakamura creó el LED azul, y con fósforo adicional, el LED blanco. Inició la era LED en la iluminación.
Las luces LED actualmente han cobrado un papel cada vez más presente en la iluminación, pues se emplean en dispositivos con sensores de movimiento para seguridad de casas o negocios, y ya forman parte del campo del diseño de iluminación que está aprovechando sus ventajas para la iluminación de interiores y exteriores.
Pocas décadas después de la invención de la bombilla de luz incandescente, a inicios del siglo XX, hizo su aparición por primera vez la luz como forma de creación de arte mediante la conformación de esculturas con la luz proyectada; esto con la manipulación de la luz y la intermitencia de ésta, así como la combinación de las luces de colores.
Al término de la Segunda Guerra Mundial surgió una nueva generación de artistas que buscaba experimentar con los diversos recursos técnicos conocidos hasta entonces. Esto llevó primero a mirar fuera del cuadro, fuera de la escena, a mirar a la luz, y a la luz en movimiento, a buscar la armonía o sincronía entre el movimiento de la luz y los elementos externos, la naturaleza, el viento, o el mismo latido de un ser vivo.
L. Moholy-Nagy (Bácsborsód, Hungría, 20 de julio, 1895 – Chicago, Illinois, EU, 24 de noviembre, 1946), pintor y fotógrafo, surgido de la escuela del Constructivismo, abordó diversos aspectos de la puesta en escena, la imagen en movimiento, la fotografía y el cine, presentó en la Bauhaus alemana, en 1922, una escultura mecánica, con diversos componentes móviles de metal y acero con agujeros por los que se proyectaba luz creando figuras móviles de luz y sombra. La escultura fue llamada Modulador de luz y espacio.
El pintor y escultor alemán Otto Piene (Bad Laasphe, Alemania, 18 de abril, 1928 – Berlín, Alemania, 17 de julio, 2014) transitó de la pintura y la escultura a la experimentación y esto le llevó prácticamente una década. Primero creó plantillas para aplicar la pintura, después se dio cuenta que podía transmitir luz a través de esas plantillas creando figuras en movimiento, realizaba la proyección de la luz con lámparas que estaban en movimiento y lo llamó Ballet luminoso, cuya presentación llevó a cabo por primer vez en 1960. (2)
En Estados Unidos, en la década de los sesenta del siglo XX, surge el Minimalismo un tanto a la par y un tanto en contrapunto del por art. El Minimalismo es llamado así porque busca prescindir de la complejidad de la imagen, y tomar cinco puntos referenciales para la misma: orientación espacial, dimensión, masa, forma y reflejo. Pero hay un nuevo factor, fundamental, que emerge con el Minimalismo y es que en éste el espectador se siente parte de la obra, elemento que formará parte ineludiblemente del nuevo arte que se avecina, el art light.
Dentro del Minimalismo están los artistas Dan Flavin (Nueva York, EU, 1 de abril, 1933 – (Íbid, 29 de noviembre, 1996), creador conceptual y Bruce Nauman (Fort Wayne, Indiana, EU, 6 de diciembre, 1941), artista multimedia que desarrolla esculturas lumínicas. Ambos inician con la introducción de lámparas de tubos de neón en sus piezas.
Otros artistas que empezaron a trabajar con la luz de neón en sus esculturas e intervenciones son Robert Irwin (Long Beach, California, EU, 12 de septiembre, 1928), para quien las luces de neón es un vehículo que le permite replantear la luz, el espacio y el color. James Turrell (Pasadena California, 6 de mayo, 1943), quien busca llamar a la reflexión sobre la espiritualidad y la percepción.
Jeongmoon Choi (Seúl, Corea del Sur), juega con la perspectiva del espectador mediante la creación de redes de luces de que se entrecruzan, intersectan y convergen o yuxtaponen en el espacio. Carlos Cruz Diez (Caracas, Venezuela, 17 de agosto, 1923), ha trabajado en mostrar la degradación y saturación del color para lo cual recurre a la lámparas de luz neón. (3)
Cada uno con su estilo y sus búsquedas particulares, pero lo que tienen de común estos artistas es que buscan crear nuevos paradigmas de la creación artística, no en sí mismas como innovaciones teóricas solamente, sino, sobre todo, como nuevas experimentaciones estéticas a partir del uso, la intervención y la manipulación de la luz.
En su creación artística, tanto Dan Flavin como James Turrell crean esas nuevas atmósferas estéticas en torno a la luz e introducen al espectador en una mística de contemplación en la cual, éste se ve a sí mismo como parte del hecho estético.
Dan Flavin trabaja en 1961, en su primera exposición individual en la que ya hace uso e intervención de la luz, en la Judson Gallery de Nueva York, donde coloca la luz de bombillas en el entorno y en los ángulos de unas telas a las que llama Iconos.
En lugares como Los Ángeles, California, a fines de los sesenta del siglo XX, donde a la sazón ocurrían los happenins que eran encuentros para la creación artística efímera, se hizo manifiesta con claridad la presencia de llamado art light, en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA).
Simultáneamente, en Europa, ya en 1965, Maurizio Nannucci (Florencia, Italia, 20 de abril, 1939) experimenta con instalaciones de luz y música electrónica; en 1968 presenta en la galería Walter Storms de Munich, Alemania, su instalación Colours: Red, Blue, Yellow, White, Green, una composición de tubos de luz neón en la pared que forman las palabras de dan título a la muestra.
Bruce Nauman crea en 1987 para la fundación La Caixa la obra Piedras negras bajo luz amarilla en la que el papel protagónico corresponde a la luz; el espacio es iluminado con luz amarilla que al salir del área que es el foco de la pieza se torna blanca, para, al regresar, tornarse de nuevo amarilla.
El artista visual Olafur Eliasson (Copenhague, Dinamarca, 1967), autor de instalaciones y esculturas monumentales presentó en 2003-2004, en la Tate Modern (Londres, Inglaterra) la instalación The weather proyect, en la que recrea el Sol y el cielo en el área de la Turbina Hall, una masa de neblina se condensa y en el extremo de la superficie un medio círculo ilumina con cientos de luces de mono-frecuencia de las que sólo son visibles los colores negro y amarillo, creando una atmósfera a dos tonos que quiere llamar a la reflexión.
Yayoi Kusama (Matsumoto, Japón, 22 de marzo, 1929) es una artista japonesa que inició en la poesía y la narrativa, posteriormente se desarrolló en el dibujo y la pintura en una sociedad que daba escasas oportunidades a las mujeres en su tiempo en el campo del arte; se trasladó a Nueva York a la edad de 28 años, y entró en contacto con artistas como Donald Judd, Andy Warhol, Claes Oldenberg y Joseph Cornel. Ha trabajado, además, la fotografía, el collage, la instalación y su arte evolucionó a la composición en la que el diseño de la iluminación cobró tal relevancia.
Yayoi Kusama es un ejemplo de la obra que ha transitado por la interdisciplina y la expresión plástica al arte visual. Ha expuesto en el Central Park, Wall Street y Brooklyn Bridge. Aquí nos interesa particularmente referirnos a su instalación Infinity Mirrored Room, una habitación con las cuatro paredes de espejos de cuyo cielo penden hilos con 75 luces LED que encienden y apagan con intermitencia y que alude a los contrastes entre la oscuridad y la luz. Los espejos multiplican las luces creando efectos visuales revivificantes. El diseño de la iluminación da el sentido a la obra.
Con las referencias citadas hemos podido observar una muestra de la evolución de la luz dentro de una composición artística, su sitio en el diseño y concepción de la misma, que se transforma de acuerdo con cada propuesta. Y cómo la luz y el diseño de iluminación en una obra de arte han pasado a cobrar el papel protagónico a partir del desarrollo de una gramática propia de la iluminación.
Las instalaciones y encuentros de más de un artista o colectivos de creadores de arte con luz e iluminación fueron tomando los espacios públicos propiamente desde la década de los setenta, pero con más fuerza en los ochenta y noventa del siglo XX. Para el inicio del siglo XXI la complejidad de las creaciones, la calidad y desarrollo de las propuestas cobraron un nivel no visto hasta entonces.
Desde 2004, cada año, en el mes de octubre, Berlín, Alemania, es sede de un encuentro en el que el arte de la luz y la iluminación ocupa las principales plazas y espacios públicos con presentaciones de instalaciones, piezas y video mapping sobre los inmuebles históricos como la Catedral de Berlín, la Puerta de Brandenburgo, Alexanderplatz y muchos más, son los telares bañados por las luces de colores que recrean diversas imágenes y escenas.
Así, cada año, o cada dos años, se realizan festivales de arte de la luz e iluminación en ciudades como Lyon, París, Santiago, Chile; Buenos Aires, Argentina; Boston, Chicago, Miami, Estados Unidos.
En México, el arte con luces e iluminación no ha quedado atrás y por el contrario, muestra un nivel como el de los mejores del mundo. Desde 2015 se lleva a cabo en el Visual Art Week, un encuentro que reúne a artistas de todo el mundo, quienes muestran sus instalaciones y video mapping en los sitios históricos o sitios turísticos de la ciudad como el Centro Histórico, la Avenida Paseo de la Reforma, las colonias Roma o Condesa, en Chapultepec, etcétera.
En Visual Art Week se dan cita las tendencias en la creación de arte con luz e iluminación, en 20017, por ejemplo, estuvo presente, entre otros, el mexicano Rafael Lozano-Hemmer, quien reside en Montreal, Canadá y presentó su instalación Pulse Room, un monumental cono invertido formado con líneas pendientes del techo de una gran galería de nave industrial que al final tienen bombillas de luz susceptibles a sensores que registran el latido vital de los visitantes, y pasan a ser los patrones de encendido de la luz. El entramado de operación recolecta cientos de palpitaciones, que terminaban formando un solo organismo vivo por cuanto refleja los latidos de los presentes.
Bandas de músicos de diversas corrientes y tendencias como el progresive house han integrado en sus presentaciones el mapping, robótica, hologramas, la iluminación LED con música electrónica. El Festival UFO, por ejemplo, es uno de los encuentros de música electrónica y mapping más importantes del mundo que se desarrolla en cada emisión en una diferente sede. Estos grupos logran envolver a decenas o cientos de miles de asistentes encantándolos con la magia que crean sobre el escenario. En esta expresión artística tienen un papel especial también los diyéis (DJ).
Otra tendencia se manifiesta en las artes escénicas, donde los artistas, bailarines de danza contemporánea, integran en sus coreografías la iluminación LED creando atmósferas subyugantes que tienen en tensión a los espectadores por los efectos de la combinación entre las luces, los contrastes con la oscuridad y los demás elementos escénicos.
Cocolab México ha desarrollado la plataforma White Canvas que da cabida a la presentación de instalaciones de luz y diseño de iluminación con composiciones vanguardistas. Un ejemplo es la creación en la que, en un escenario rectangular que inicia en total oscuridad, paulatinamente descienden haces de luz que pasan a través de orificios circulares y se proyectan del techo al piso dando forma lumínica de largos tubos, el encendido es progresivo hasta alcanzar un total de 10 líneas de largo por 10 de ancho, lo que crea un centenar de luces que con una determinada frecuencia encienden y apagan.
En el escenario, cuatro bailarines en el piso se mueven lentamente; en el fondo, una música tubular se escucha con sonidos onomatopéyicos. La intermitencia de las luces, con haces que se proyectan y se interrumpen, el efecto del sonido y el diseño de iluminación en conjunto crean un efecto sobrecogedor y envolvente que abstrae al espectador a una experiencia estética que emerge de una realidad desconocida.
Esperamos hayas disfrutado este recorrido del Diseño e iluminación y el Arte de Hacer Luz en la Imagen a través de diversas mentes creativas que han logrado iluminar nuestras vidas.
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